Pérez «17 Canciones para Autopistas»

Publicado: 13/02/2014 en Disco de la Semana
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«¿Quién tiene hoy una canción? Prestame un disco, un Casiotone», «Voy a salir a caminar, voy a quedarla en mi sillón, voy a esperar a que todos se duerman». Así empieza «Ahinoa», el primer tema de «17 canciones para Autopistas», el segundo disco de esta banda platense (una más), llamada Pérez. Palabras simples, cotidianas, pero que esconden algo hermoso detrás.

Será quizás la música de fondo que acompaña esas letras llenas de locura y parsimonia al mismo tiempo, que las engalane, pero lo cierto es que este álbum es una verdadera joya del Rock Alternativo argentino.

La música en sí parece un verdadero viaje que parece Krautrock a lo «Autobahn Express», que induce tanto el título como la portada del disco, y también el ritmo que lleva la batería de Martín Lambert en «Cuando sea Después». Realmente parece que estamos vislumbrando los pensamientos de un viajero, aislado y alienado en un auto, yendo a más de 100 kilómetros por hora en una autopista, hacia cualquier lado.

De más está decir que es un paso adelante con respecto al disco homónimo publicado en el 2010. Realmente, es un placer escuchar «17 canciones…» con los auriculares, y descubrir cosas a medida que va pasando el tracklist. Por ejemplo, las voces intrigantes al final de «En mi Auto», las diferentes capas de sonido en «Equilibrista» (un verdadero, y hasta superior homenaje a Brian Eno), los arreglos geniales de Matías Zabaljauregui en «Una Canción para hoy» y «Suerte», alguna variante de Diego Goldszein en el bajo en «No era Necesario», o la profundidad de emociones de la voz de Ramiro Sagasti en «Manos» (¿Tristeza? ¿Sensualidad? No importa).

Lo maravilloso de esto es que Pérez no necesita demostrar que es un disco conceptual. Este disco ni siquiera se acerca a esa definición. Tranquilamente pueden ser 17 canciones desperdigadas por doquier, y hasta pueden ser de bandas diferentes. Pero la maestría con que están presentadas todas juntas en una misma edición física (que es muy bonita por cierto), hacen de esta una obra superior. He leído una review hace tiempo que hablaba que estas canciones serán para autopistas, pero también son para dormitorios, para momentos tristes, para momentos de extasis, y hasta para fiestas. Coincido plenamente con esta definición. Estas canciones son demasiado buenas como para desperdiciarlas en definiciones que encasillen su fuerza. Estas canciones son para la Vida, y la Vida, está hecha de palabras simples y cotidianas. La Vida, casi siempre, es como las líneas de la autopista.

Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com

 

 

 

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