Cuando nombramos este blog «El Rock Perdido», la palabra Rock no la tomamos tan literal. De hecho, le dimos mucha más preponderancia a grupos acústicos, folklóricos, o a otros estilos como el hip-hop, que no tienen nada que ver con la palabra Rock. La idea es descubrir y difundir grupos que no suelen tener tanta repercusión en los medios tradicionales, pero que son conocidos y están en boca de todos.
Hoy nos encontramos con un grupo santafecino, que hace canciones tradicionales folklóricas. En su repertorio hay huaynas, chacareras, chamamés, cumbias, salsas, etc. Pero toda su música está orientada a un público muy especial, los niños…
Así como lo ven, así como lo escuchan. El grupo se llama Canticuénticos y nació hace ocho años. La repercusión que tiene es impresionante. No sólo colman la capacidad de cada teatro que concurren, sino que sus canciones son pasadas en jardines de infantes, colegios, y cada hogar donde haya nenas y nenes. Y eso fue construido lentamente desde su debut con «Canticuénticos Embrujados», el segundo álbum «Nada en su lugar», y ahora con esta especie de continuación y perfeccionamiento de su estilo con «Algo para decirte».
Las canciones, además, son buenas. Maria Elena Walsh estaría sin dudas orgullosa. Con temas como «Santo Remedio», una hermosa cumbia y, sobre todo, con «Hornero ¿qué ves?», que va más allá de ser una simple canción para chicos. Daniela Ranallo, Laura Ibáñez y Ruth Hillar, la mitad femenina, son las principales encargadas de las voces, concentrándose la mayoría de las letras en la pluma de Hillar; mientras que desde la parte masculina, Daniel Bianchi, Gonzalo Carmelé y Nahuel Ramayo, proviene la música, sumado a la colaboración de Sebastián Cúneo en la producción y en coros. Pero por supuesto, en casi todos los tracks encontramos a los verdaderos responsables de este fenómeno, los chicos.
El disco cuenta con una reversión de su clásico «La cumbia del Monstruo» ahora con el nombre de «Viene para acá!» uno de los temas más pedidos en sus shows. «Noni noni», por su parte, es una delicadeza. Podría ser confundida con canciones de Aínda Dúo o Vecina, y hasta tiene la magia propia de una artista reconocida en la escena como Loli Molina. «Vaguito», por su parte, es la historia de un pobre caballo atrapado en la correntada del Río Salado, luchando por no ahogarse pensando en las manos que lo curaron una vez. Los desafío a no emocionarse con la canción…y a decir que fue hecha sólo para personas de menos de diez años.
Porque, como buenos intérpretes, los Canticuénticos no se quedan en el mero entretenimiento infantil. Hay un mensaje para los adultos. El tema ya mencionado «Hornero ¿qué ves?» expresa la observación de un hornero que se pregunta por qué algunas casas de los humanos son grandes y viven dos, y otras son chicas y humildes y viven un montón más. Y «Por tu forma de mirar» no habla de otra cosa que el amor, claro desde una perspectiva infantil tan inocente y pura que es pura ternura.
En el tema que le da nombre al álbum no dicen nada exactamente con palabras sino que hay palmas, abrazos, cosquillas y besos y sobre el final un mensaje: «Y aunque me vaya sin decirte nada, creo que vi brillante tu mirada». Esta bien, no le cantarán al amor, a la vida y la muerte como una de esas bandas «serias». No serán tan difíciles y complejas sus letras, pero no por eso debe dejarse de lado. Los Canticuénticos, además, son un éxito asegurado para todo aquellos que no saben qué hacer con sus hijos un fin de semana. Sus conciertos tienen algo de espectáculo teatral, ideal para mantener entretenidos a los chicos. Pero también a los padres, y ahí está la genialidad de un grupo que tiene muchas cosas para decirles a todos.
Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com
El Rock Perdido 