Sonik Scizzor «Intergalaktik Magik»

Publicado: 26/05/2015 en Uncategorized
Etiquetas:, , , ,

Sonik Scizzor

Hace poco hemos intentado bosquejar algunos datos sobre la música electrónica. La realidad es que ya desde la década del 90′ este formato casi que ha reemplazado al Rock como la verdadera «música joven», y más aún teniendo en cuenta su gran capacidad de adaptación a los tiempos que corren. Hoy en día, muchos portales musicales en Internet a veces son sinónimos de música electrónica. Es que a pesar que no lo quieran, cuesta negar que es EL sonido del Siglo XXI,

Ahora bien, al decir que la electrónica se mueve fácil por la web equivale a decir que no tiene un sustento local. Está condenada a ser globalizada, a ser universal. Por lo tanto, cualquier intento de ubicarla en un contexto adentro de los límites de un país (por ejemplo, Argentina) fracasa de manera irremediable.

Eso lo entendieron rápido los que llevan adelante el sello argentino Dark Prisma Records y uno de sus artistas de cabecera, el hindú Sonik Scizzor. Nacido como una plataforma de difusión de la música Trance, fueron rápidos en darse cuenta que en un mundo tan volátil como el de las redes sociales y la Web, expandirse por el mundo no solo era necesario, sino que estaba a su alcance. Es así que girando por el mundo dieron con este DJ oriundo de la ciudad de Chennai en la India quien, con la misma idea, viajaba mostrando su talento en los clubes de música europeos. El resultado fue el lanzamiento de Intergalaktik Magik, su primer LP.

Si nuestra referencia local en la música electrónica, Round Wave Crusher, se destacaba por la excitación de sus temas y sus golpes directos a la médula, Sonik Scizzor es puro viaje. Pero un viaje a las estrellas, a planetas lejanos, a galaxias desconocidas. A los límites que la electrónica puede llegar a ofrecer. Resumiendo, si «Brainwash, The Album» fuera cocaína, «Intergalaktik Magik» es LSD.

El álbum comienza con «Push the Buttom» y de ahí en adelante tiene lugar una travesía de una hora con sonidos robóticos, ritmos futurísticos, arreglos complejos y muy pocas melodías de más de cuatro segundos de duración. Las canciones (¿se pueden llamar canciones?) están destinadas a la pista de baile, pero más que nada a darle refugio a esas locuras, a ese dejarse llevar del cuerpo en trance, y a apoderarse de todo tipo de sonidos para volcarlos en una misma experiencia musical casi única.

De hecho, «Intergalaktik Magik» puede llegar a ser tanto un mal viaje, como uno bueno («Superbitch»). La realidad es que es efectivamente un viaje, y de esos que terminan dejando algo en el pasajero. En el tema que da nombre al disco, un duende parece que nos habla y comprobamos que ya al cuarto track todo se volvió demasiado irreal. Pareciera como si la misma música nos induciría a pensamientos de todo tipo. Pero esto se debe al meticuloso trabajo en la producción del disco. Los tracks parecen siempre estar yendo para adelante, cada pausa a su vez lleva a otros ritmos más veloces, y cada beat muestra un sonido diferente. Todo puede suceder. Todo está envuelto en un hermoso caos, en un estrépito de cantos, golpes, voces de robot, riffs de guitarras de los 50’s, sonidos de computadoras del futuro y hasta arreglos orquestales.

En «Aum Engine» las cosas no difieren mucho, sólo que el ruido de un motor acelerando domina el tema. Una referencia más a la velocidad y al movimiento que ofrece «Intergalaktik Magik».  Frenético, apurado, este además parece ser el track de mayor rpm del disco y el de alcance cerebral también, dentro de un catálogo especialmente dominado por música repetitiva y taladrante. Digamos para finalizar que cada tema contiene una multitud de sensaciones, hecha para amantes del genero. Porque quizás la música sea muy específica, en el sentido que no sea particularmente recomendable como introducción a la Electrónica. Aunque represente un paso adelante, dentro de un estilo que vive caminando hacia el futuro, su andar es tan adelantado que cuesta seguirle el ritmo. El disco termina siendo tan «avant-garde» que en algunos tracks se nota el derive producido por el hecho de atravesar terrenos desconocidos.

En suma, Sonik Scizzor no hace más que experimentar con los límites del Trance y de la psicodelia, llegando a resultados efectivos pero particulares. Es realmente interesante saber que un sello argentino como Dark Prisma se dio el lujo de lanzar a este artista, y quizas sea también esta una oportunidad para que más DJ’s nacionales puedan darse a conocer en el ámbito internacional. Porque mientras la travesía de «Intergalaktik Magik» termina con los últimos golpes de «How do you really feel?», el viaje para otros no hizo más que empezar. Ajústense sus cinturones

Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com

 

comentarios
  1. Its mad music bro, mad music!!

Deja un comentario