Kraut-Rock. Actitud desinteresada. Letras universales. Canciones de menos de tres minutos. Las Ligas Menores tildan cada uno de los casilleros necesarios para convertirse en la nueva banda Indie en el universo musical argentino.
Anabella Cartolano y Pablo Kemper en guitarra; María Zamtlejfer en bajo; Micaela García en batería y Nina Carrara en teclados, forman este nuevo grupo nacido en el corazón de Buenos Aires, que tras dos EP’s de presentación (Renault Fuego y El Disco Suplente) lanzaron, desde el sello Laptra, lo que puede ser considerado su disco debut, homónimamente llamado Las Ligas Menores.
Cualquier parecido con lo ya escuchado en la Bestia Bebe (hacer click para ver su reseña) no es para nada casual. Tom Quintans es profesor de la baterista Micaela y la primera grabación fue hecho en su home-estudio. Pero que no se entienda esto como una crítica necia, así como Bestia Bebé ya nos supo demostrar que un álbum puede ser simple y excelente a la vez, Las Ligas Menores van por el mismo camino.
«Renault Fuego», «Accidente» y «A 1200 km» son pequeñas joyas de pop/rock ligero, el cual ya estamos un toque acostumbrados a escuchar dentro de la molesta pero necesaria etiqueta de «Indie Rock». Sin embargo, hay pequeñas cosas que hacen de este disco único, y una de ellas es que se nota la pasión en cada letra y en cada tema….y en cada integrante. En «El Baile de Elvis» Anabella exclama que no hace falta saber bailar si es para esconder la timidez. En «Gran Ciudad» sentimos como Pablo se hunde en la oscuridad cada vez que camina por la capital y en «Europa», María dice que «…si vas a pensar en vos hasta el final decímelo, así no pierdo más el tiempo».
En «Miércoles» el espíritu punk típico de nuestros conocidos Bestia Bebé se ve acolchonado por la voz de Anabella, que de la manera más dulce y tierna parece rechazar salvajemente a alguien que quiere entrar a su casa en una noche de tormentas. Las guitarras feroces son acompañadas por una base de bajo y batería casi de forma metódica, hasta un solo final que cierra un tema de dos minutos. «Avenida Principal», en cambio, tiene un feeling más cancionero, Pablo parece que sigue caminando, cruzando vías y avenidas, y ahora dice que piensa en el derrumbe del mundo y en el «apocalipsis total», bueno, permítanme un segundo de realismo para decir que estoy totalmente de acuerdo con él.
Sin embrago, a pesar de todo lo bueno que nos ofrece Las Ligas Menores con su debut definitivo, todo nos hace pensar en qué sentido decirle «Indie» a una banda. ¿Por qué tiene que ser independiente? ¿Realmente una banda es independiente? ¿Independiente de qué? ¿Del dinero? ¿De grandes discográficas? ¿De etiquetas musicales subidas por los medios como El Rock Perdido para orientar a sus lectores? El hecho de todo esto es que todas las estéticas que uno tiene en la cabeza cuando alguien le habla de «Indie Rock» a alguien, se encuentra en esta banda. Pero reconozco que un disco debut es tan sólo eso y se espera grandes cosas del futuro de Las Ligas Menores, que ya probaron tener un talento indiscutible para enamorar a cualquiera con su música (sí, me declaro un enamorado). Como cuando uno contempla un paisaje como el de la portada, todos sabemos lo que son las montañas y la nieve, pero todo eso lo contemplamos embobados como si fuera la primera vez (aclaro que nacer en una ciudad como Buenos Aires lleva inevitablemente a eso). Y la contemplamos tanto que descubrimos que hay también fábricas, y autopistas…y un paracaidista, pero ya es imposible desenamorarse.
Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com
El Rock Perdido 