Una idea creativa merece tener segundas oportunidades. Hace poco menos de un año, en el marco de la Feria del Libro, Literatura que Suena se presentó en sociedad bajo el nombre de «Clásicos Argentinos». Sus revisiones de libros hechos canciones pegó mucho en la audiencia y, por supuesto, tuvo su paso en este humilde blog, el cual no tuvo piedad con los momentos más flojos de ese compilado.
Por supuesto, lo que se le criticaba era la vaguedad y la forma en que se habían producido los temas y no el concepto en sí, que es desde ya, ampliamente respetable y hasta aplaudible. Hoy, por fin, nos llega la versión 2015 de Literatura que Suena y parece que las cosas se establecieron, los sonidos se ajustaron y la producción fue mucho más quisquillosa en los contenidos.
Comenzando por Santiago Motorizado, líder de El Mato a un Policía Motorizado, y pasando por luminarias como Cosmo, Bosques de Groenlandia y Les Yacaré, esta versión del compilado literario-musical es mucho más escueto que el anterior. No es que las bandas y solistas del 2014 no sean buenas, el tema radica en que estas parecen mejor preparadas que las anteriores. Luego de la versión Indie del El Eternauta, viene una versión electrónica alternativa de El Almohadón de Plumas por el dúo Faauna, que viene a ser una especie de cumbia frenética y freaky casi a la misma altura de ese cuento totalmente desquiciado y espeluznante de Horacio Quiroga.
Inmediatamente después, una de las joyitas rescatadas por el compilado es ahora un trío, esta vez el conformado por los chaqueños de Les Yacaré (que de paso invito a escuchar su excelente disco), se apodera de otro cuento, pero esta vez el bello, sublime y devastador «El Sur» de Borges. Con esa impronta media folk, acústica, fantástica y electrónica que tanto los caracteriza logran llevar ese relato a su verdadera concepción musical, realmente capturan la esencia de la literatura en una canción, al punto que es recomendable leer «El Sur» junto a esta canción de Les Yacaré de fondo, o viceversa.
Cuestión que Literatura que Suena se vuelve rockero con Sol Pereyra con «Cartas a una señorita en París»; Cosmo transmite su romance eterno con «Boquitas Pintadas»; Barbarita Palacios y Mariana Baraj vienen a darle el costado más netamente folklórico con «Niño y Epitafio» y «Cantora Nocturna», respectivamente; Francisco Garamona aparece como el canta-autor melódico, el intérprete-poeta que deja una gran canción en la reversión de «Aquí estoy a tu lado»; mientras que los cordobeses de Bosques de Groenlandia pintan de locura psicodélica a «El desierto y su semilla».
Quizás uno de los mejores temas de la versión 2014 fuera justamente el Bonus Track de este 2015. Los Bicicletas y su versión de «La Invención de Morel» vuelven a aparecer y llenar de rock urbano la novela de Bioy Casares. Y, aunque si bien no es el mejor logrado del compilado del año pasado (EL mejor es, sin duda, el de Tomi Lobrero) no es mala idea volverlo a incluir, tan sólo para recordarnos lo bien que toca Bicicletas, y lo buen tema que es «La Invención de Morel».
Resumiendo, hay varios cambios respecto a la versión anterior. Si bien los temas son menos (de once pasaron a nueve, sin contar la de Bicicletas ya mencionado), esto es más bien un beneficio. Además, el arte de tapa también mejoró algo (aunque una mujer con poncho jujeño bailando en una vereda no dice mucho, ya tiene más onda que la ¿secretaria? de la versión 2014). La verdad que claramente esto es un paso adelante para un compilado que tuvo una excelente idea y que ahora puede llegar a disfrutar con plenitud el hecho de promocionar la literatura argentina y el rock under del país al mismo tiempo, en una sinergia especial y que contribuye a los dos por igual. Cosa que tenemos que celebrar y destacar por más críticas que tengamos.
Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com
El Rock Perdido 