Marina Fages «Madera Metal»

Publicado: 06/08/2014 en Disco de la Semana
Etiquetas:, , , , , ,

Hace ya un tiempo vengo pensando si la música pueda servir como un medio de descubrirse a uno mismo. Se sabe que tiene propiedades curativas, y se usa en rituales sagrados desde el comienzo de la humanidad. Por lo tanto, no está lejos la idea de la música siendo una herramienta de meditación y de búsqueda interior de uno mismo.

Todo se puede explicar escuchando «Madera Metal», disco solista de Marina Fages. Aquí no sólo la música sirve para mostrar nueve canciones acústicas muy ingeniosas y bellas. Sino que parecen buscar una respuesta, una identidad, un camino a tomar o quizás un motivo para ser.

Este álbum de la ex-cantante de El Tronador y también artista plástica, no es fácil de abordar. En general, no es fácil tampoco de entender «Madera Metal» en una primera escucha. Y eso que las canciones no siguen estructuras complejas, ni variantes cerradas. De hecho hasta son pegadizas. Pero todo parece centrarse en crear una cierta atmósfera (algo que será trabajado, un año después, también en «El Poder Oculto» grabado en colaboración con Lucy Patané) y en conjunto con la hermosura de las composiciones da la sensación de estar ante algo diferente y superador.

El tema que da nombre al álbum es una especie de carnavalito mezclado con chacarera hecha sobre una base de guitarra que, con la compañía del contrabajo de Martín de Lassaleta, le dan un aspecto algo tenebroso al tema, pero que ni bien aparece la cautivante voz de Marina se vuelve una canción melancólica. Las letras parecen algo aleatorias, pero la estructura de la canción es simple. Hay mucho de paisajes en «Madera Metal», mucho de armonía natural también.

En «Mundo Dios», instrumental de casi tres minutos, Marina sube y baja sobre el mango de la guitarra en un arrebato de locura expresiva. Como si estuviera dándole pincelazos a la tela, que en este caso es su música. Más adelante, Lucy Patané hace su magnífica entrada con el banjo y todo se resume en un intercambio de locuras entre estos dos instrumentos y entre estas dos intrigantes compositoras. Sobre el final, Nacho Czornogás concluye con su clarinete el espectáculo escuchado.

Pero temas como «Hechizados», «Acantilados» o «Canción de Meme» son hermosas canciones con una intricada pero muy loable producción. De hecho todo el disco varía entre lo bello y lo misterioso, como esas cosas que son agradables pero que no sabemos explicar por qué. Todo es dominado por el arte de Marina y yo no tengo más que preguntarme: ¿será su voz? ¿serán los pasajes orquestales? ¿serán los sutiles arreglos? Es como si uno paseara por un museo de bellas artes y se dejara enamorar por las obras. No hay explicaciones que darle al arte. Difícil trabajo para un crítico. Y no hay como esos artistas que se esfuerzan y se obsesionan por burlar a la crítica. Nuestro trabajo se vuelve pesado pero es emocionante y se transforma en todo un desafío.

En conclusión, Madera Metal es puro arte plástico. Son cuadros que parecen reflejar paisajes medio abstractos, quizás surrealistas, pero paisajes al fin. Así uno no sabe donde agarrarse y todo se escapa sin explicarnos porque. Podemos aventurar, por fin, en definir como «canciones expresionistas», haciendo gala de la corriente pictórica y de la definitiva posición artística de Marina Fages. Pero también pueden ser canciones costumbristas, vaya a saber uno qué. Lo cierto que el primer álbum de ella destila emoción y misterio, vértigo y calma, belleza y complejidad, y si esperan soluciones concretas no es esta la música buscada. Aquí todo es un camino, de eso se trata. Un camino para descubrirse a sí mismo dejándose llevar por las canciones, como uno se deja llevar mirando un cuadro. Sí, así de loco es «Madera Metal». Bienvenidos al mundo de Marina Fages, espero que se sientan cómodos.

Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com

 

 

 

Deja un comentario