ACLARACIÓN: Antes de empezar esta reseña de EL disco de la semana por excelencia, es útil consultar otras de meses pasados sobre artistas de la ciudad de La Plata y la escena (mal llamada) «indie». Me estoy refiriendo a El Mató a un Policía Motorizado, Pérez y Laika Perra Rusa.
Ahora sí, a continuación, la reseña de «Últimos Días del Tren Fantasma» de los 107 Faunos.
Aaaah, el sello Laptra. El aclamado, festejado y admirado sello Laptra. Si a mediados de la década de los 2000′, hubo una comunidad de artistas que le dio impulso al rock independiente argentino, que se caía a pedazos luego de la fatídica noche de Cromagnon, fue la discográfica platense Laptra. Y una de las bandas emblemáticas de este sello es, nada ni nada menos, que la banda que nos toca ver hoy: los 107 Faunos.
Se han dicho muchas cosas de ellos. Que son una banda desprolija pero genial, que no ensayan pero que suenan bárbaro, o que lisa y llanamente son un desastre musicalmente. Bueno, en este caso voy a tratar de no repetir muchas cosas, no por querer diferenciarme del resto, sino porque muchas de ellas ya lo dije en una reseña pasada. Lo que si voy a hacer es concentrarme en este último disco de los 107: «Últimos Días del Tren Fantasma».
Con sólo mirar la lista de tema, uno ya se da cuenta que las canciones no van más allá de los tres minutos (típico faunístico). Y cuando damos play ya nos damos cuenta inmediatamente, que hay una calidad de producción musical diferente (no tan típico). En otras palabras, ya no es tan desprolijo como antes. Los temas van sonando y pasando uno a uno como pequeños golpes de rock/pop platense. Y sí, tuvimos que esperar tres años para volver a escuchar a los 107 Faunos, y la espera rindió sus frutos. Por lo menos se nota que la banda se tomó su tiempo para sonar bien en su próximo disco.
Las letras varían entre la típica imagen cotidiana y mágica del «Gato» Sisti Ripoll y los poemas celebratorios de vida de Miguel Ward. Sumados a los teclados de Mora Sánchez Viamonte, la batería de Gastón Olmos, el bajo de Felix Sisti Ripoll y la percusión y la voz de Juan Pablo Bava, los 107 Faunos hacen lo que más saben. Golpear al oyente en menos de 120 segundos.
«Triceratops Roll» quizás sea el ejemplo más explícito de este rock breve y contundente. Pero en «Vendedores de Lupas» todo se hace más suave y tierno, a bordo de un colectivo linea 273, semivacío, a media mañana, nos hace pensar en una imagen suburbana y oscura de La Plata donde los vendedores de lupas y biromes con linterna son testigos del sueño turbulento de nuestro protagonista: el pasajero. Un tema que dibuja perfectamente una escena que puede durar poco tiempo. Sí, como las canciones del disco.
También hay una esencia infantil nostálgica volando en cada tema de este cuarto disco de la banda. En «Cosas Caras Rotas», una travesura que terminó algo roto no importa si estas jugando en la pileta con tus amigos, y en «La Plata» se habla del día que se quemó «El mundo del Peluche» como el «mas triste de la historia» (no se si ciertamente esa historia es real pero me la creo). De hecho, el título del álbum hace pensar en una atracción juvenil que está terminando. Un pasaje devastador desde la inocencia y el miedo (el tren fantasma era todo un desafío y una demostración de valentía para nuestra infancia) a la toma de decisiones y «hacerse cargo» del mundo adulto. Justamente, en «La Plata» nos encontramos que las calles del pueblo está llenas de poster de bandas tributo y que «nosotros somos los menos» según el punto de vista de los 107 Faunos. Hasta el mundo perfecto de la banda juvenil se perdió y, por eso, la niebla cubre todo con su manto negro. Y la oscuridad también cubre (algunas veces más, otras veces menos) las canciones del disco.
Si algo revolucionó a La Plata es el «rock indie» creado por el sello Laptra (el cual Sisti Ripoll es director). Y 107 Faunos no para de ganar público en sus caóticos recitales. Pero no todo en La Plata es rock de garage, ni tampoco toda la ciudad de las diagonales está invadida por Laptra. Hay escenas musicales de las más variadas en ese «pueblo» casi mágico y perfectamente simétrico (tan sólo fijarse en la escena progresiva). Pero ya habrá tiempo para reseñarlos. Por hoy, escuchemos a El disco de esta semana. El esperado disco de los 107 Faunos.
Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com
El Rock Perdido 