Rock/Pop Alternativo…¿Qué diablos significa esa etiqueta? Desde finales de los 80′ se habla de una música alternativa, sobre todo en el ambiente del rock británico. En el sentido en que los músicos habían dejado de pertenecer a grandes disqueras y producían sus canciones por si mismos. Pero resulta que tanto tiempo hablando de algo alternativo, no nos dejó darnos cuenta que lo alternativo se había vuelto la regla. ¿Y cual es la regla? La independencia.
Esta artista que vemos en imagen, es totalmente independiente. ¿Cómo? Produce sus discos, sus conciertos, sus giras. Todo auto-gestionado. Ninguna novedad hasta ahora. Pero si decimos que de esa forma llegó a tocar en un festival como el SXSW de los Estados Unidos, ahí cambia la cuestión. Y aunque en realidad se llame Estefanía Elliot su verdadero nombre es Panda Elliot. Si, como los osos.
Panda Elliot es una trotamundos nacida en Argentina. Vivió mucho tiempo en Caracas y allí se formó su primera banda. Luego fue a estudiar a Londres, donde también formó un grupo, siempre tocando la guitarra. Cuando finalizó esa etapa internacional, en el 2011, inició una etapa solista con su primer LP «Es mi Nombre». Tres años después, se encontró lanzando «Forastera», el cd que nos reúne hoy.
Si bien el disco es del 2014 (llegamos un poco tarde a su reseña), no podemos dejar pasar la popularidad que tomó Panda Elliot en los últimos años. «Forastera» es un disco de Rock con todas las letras. Tranquilamente puede pasar como el nuevo disco de Eruka Sativa o Cirse, por ejemplo. El disco tuvo como principales difusores los temas «Guerrero» y «Ligerita», dos máximos exponentes de un pop/rock de esos de violas distorsionadas, baterías soberbias, que piden festivales a gritos.
El álbum nos hace recordar mucho a Julieta y los Espiritus. Porque también es una cantante con la misma idea y porque la música es realmente muy parecida. Aunque la gran diferencia es que en «Forastera» ni a palos sobrevuela ese «espíritu punk» que atraviesa todo el debut de Juli Sky. Pero si algo debe saber Panda Elliot es como producir un disco con canciones lo suficientemente pegadizas para sonar en radios y grandes recitales. Y no sólo lo hizo, sino que logró que eso se diera. Y lo bueno es que los temas no son malos. De hecho, los que supuestamente serían «de relleno» son los mejores. «Aire», «Avanzo», «Perdón», «Elemento», todas son grandes canciones. La última es más un tema pop, de esos que apelan a la seducción, pero sin apelar a la electrónica, algo así como Surfistas del Sistema. El estribillo habla de tener paciencia («Si sabes esperar, volveré por ti»).
Ahora bien, otro tema muy bueno como «Velociraptor» contradice lo último. Habla de la acción, de moverse, de hacer las cosas ya mismo («No me pidas que vayamos viendo/ No esperemos tiempos turbulentos»). Una especie de silbido actúa aquí como motor de la melodía, y la canción es llevada adelante por el bajo en las primeras estrofas, lo que da esa sensación de ser música para bailar…para moverse justamente. Algo que está presente en casi todas las canciones del disco. Un estribillo pegadizo termina de moldear el track, y a esa altura del disco, que los estribillos sean pegadizos no es noticia.
La condición de perpetua visitante de Panda Elliot le da más sentido a la palabra «Forastera». La banda parece estar continuamente de gira. En poco más de un mes realizó 28 conciertos en tierras estadounidenses. Es un ritmo de un recital por día. Y con un público establecido en el norte (no sólo yanki sino también mexicano) ella continúa cantando en castellano. No hay una sola palabra en inglés, y si han leído de anteriores reseñas de este blog, siempre estuvimos en contra de las canciones en inglés. Y eso es otro punto a favor de una artista poco conocida en la escena argentina. Pero ese es el punto. Panda Elliot será siempre una eterna forastera. Y si las radios de estos pagos supieran difundir lo bueno y no lo conocido, no hubiéramos perdido tanto tiempo en presentarla. Pero así las cosas, conocimos a Panda Elliot, ahora hay que saber disfrutarla.
Por Renzo Cavanna – re.cavanna@gmail.com
El Rock Perdido 